Bárbara Danzie León 

Entre los días 22 y 31 de marzo del 2010 visitó La Habana, procedente de los EEUU, una réplica de la goleta Amistad, otrora vehículo del comercio esclavista y que en 1839 se convirtió en símbolo de rebeldía de los africanos traídos forzosamente a la Isla en condición de esclavos.

Aquel capítulo en el que cincuenta y tres africanos esclavizados, procedentes de Sierra Leona, se sublevaron a la altura de Sagua la Grande cuando eran conducidos por la Amistad desde la Habana a Puerto Príncipe, actual Nuevitas, es revivido por un proyecto cuyo objetivo esencial es revertir la triste historia de la Trata Negrera y ofrecer un homenaje permanente de recordación a sus víctimas.

La sublevación de la Amistad fue todo un episodio, en el que los esclavizados se amotinaron y restituyeron la historia, conminando a los tripulantes sobrevivientes a regresarlos en la propia embarcación a África; aunque realmente estos dirigieron proa a las costas norteamericanas y sólo después de un largo y disputado proceso judicial, algunos de los protagonistas pudieron regresar a su país de origen.

La Amistad fue noticia en el siglo XIX, no solo por lo que representó para el poder colonial el hecho de que los esclavizados utilizaran los mismos patrones de violencia a bordo de la embarcación, sino además por el conflicto diplomático que generó durante los tres largos años que duró el proceso e incluso después de finalizado, por los reclamos establecidos de España a Estados Unidos para que le fueran devueltos los considerados como “sus esclavos” y en el mismo sentido también hubo exigencias en algunas ciudades de los EE.UU., en las que la esclavitud aún era legal, para apropiarse de la preciada “carga en disputa,” cuando en realidad era un cargamento en periodo de trata ilegal y por tanto debían ser liberados.

En la actualidad el Proyecto itinerante que replica a la goleta Amistad proporciona desde hace más de 10 años un encuentro con la memoria diaspórica y su rebeldía en los diferentes países a los que  arriba. En La Habana, punto de enlace vital con la historia de la Amistad, esta primera visita fue una oportunidad para intercambiar experiencias, confrontar opiniones sobre un tema tan sensible como la esclavitud y sus derivaciones y crear un puente de encuentro entre ambos países.

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La ocasión fue propicia para visitar una de las instituciones más importantes del país en términos de memoria histórica: el Archivo Nacional de la República de Cuba, donde se atesoran también las primeras referencias documentales sobre la sublevación de la goleta original, por lo que nos dimos a la tarea de propiciar el encuentro.

De este modo una parte de su delegación visitó al Archivo Nacional entre los días 29 y 30 de marzo, visitas que estuvieron protagonizadas en el primer dia por la investigadora, productora, y realizadora de cine Katrina Browne y James De Wolf, investigador experto en comercio trasatlántico; ambos descendientes directos de la familia De Wolf, una de las más importantes traficantes de esclavos en los EEUU - según sus propias declaraciones - y al día siguiente por Quenten Snedker, coordinador y ejecutor de las acciones constructivas de la réplica de la Amistad, además de Cassandra Sleeper y Rueben Pacheco, tripulantes de la embarcación.

Los distinguidos visitantes fueron recibidos en la Institución por su Directora General la MSc. Martha Marina Ferriol e intercambiaron con el equipo de investigadores dedicados al estudio de la diáspora africana en Cuba y su legado, integrado por los licenciados Doreya Gómez Veliz, Loreto Raúl Ramos Cárdenas, Iván Vázquez Maya y la autora de esta crónica, Bárbara Danzie León. Un encuentro que se desarrolló en el más cordial, amistoso ambiente académico y en el que también tuvieron la oportunidad de consultar fuentes primarias alegóricas al hecho que reviven.

En amena charla con los trabajadores del Archivo Nacional la realizadora Katrina Browne y el joven De Wolf hicieron referencia a su documental Tras la huella de mis ancestros: la historia oculta de la Nueva Inglaterra (2008), en el que cuentan a partir de sus profundas investigaciones la historia de la familia de la que son herederos. De Wolf, el patriarca de la dinastía de traficantes de esclavos y senador de los EE.UU., dejó una importante herencia económica y moral a su descendencia de la que se sienten avergonzados, por venir del deplorable negocio al que se dedicó su predecesor.

La actual goleta Amistad, cuyo nombre tiene un importante contenido simbólico por los propósitos que la anima, representa una historia legendaria compartida entre África, Europa, América Continental y Cuba, que nos acerca y nos une en el empeño de no olvidar a las víctimas del holocausto esclavista, de luchar contra el racismo antinegro que aun afecta al mundo como una de las peores secuelas de la esclavitud. En este sentido su visita a la Isla fue un hecho trascendental de profundo valor histórico, un antecedente directo de los avances que hoy exhibimos en términos de intercambio, un acontecimiento digno de rememorar en este archivo.

 

Foto 1: En la réplica de la Amistad se encuentra James Early, Director de Políticas Culturales del Museo Smithsonian de los EE.UU., junto a miembros y tripulantes de la delegación.

Foto 2: El Capitán emérito William Pinkney desembarca en el muelle habanero​. 

 

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Este ensayo se publicó anteriormente en marzo de 2010 [www.arnac.cu].​